Ayer estuve en las Escuelas Francesas (Sevilla). Un salón de actos repleto de chavales entre 11 y 16 años me esperaba con cierto bullicio. He de reconocer que estaba expectante porque nunca había hablado ante un público tan joven.

Ayer estuve en las Escuelas Francesas (Sevilla). Un salón de actos repleto de chavales entre 11 y 16 años me esperaba con cierto bullicio. He de reconocer que estaba expectante porque nunca había hablado ante un público tan joven.