Ayer estuve en las Escuelas Francesas (Sevilla). Un salón de actos repleto de chavales entre 11 y 16 años me esperaba con cierto bullicio. He de reconocer que estaba expectante porque nunca había hablado ante un público tan joven.
Clara me había llamado hace unas semanas para preguntarme si podía ir a charlar sobre mi libro. ¡Cómo decir que no! La oportunidad de ponerme ante mis jóvenes críticos por fin había llegado.
Empecé a dar clases en la universidad allá por el año 2002. Tenía yo muy pocos años. Estaba recién licenciado en Periodismo, aunque seguía trabajando en cosas de tecnología. Desde entonces, han pasado por mis aulas más de dos mil alumnos, entre universitarios, estudiantes de masters y otros.
Por esto mismo sé que no es lo mismo recibir una charla con 19 años, que hacerlo con 30. ¡Nada que ver! Ni las ganas, ni las expectativas, ni las prioridades son las mismas. Eso me hizo replantearme cada diapositiva de la presentación de El Despertar de los Hackers.
Y acerté.
Unos minutos antes de comenzar ya me habían comentado cómo eran mis espectadores. Algo bullangueros, pero muy buenos alumnos. “Intentaré que se lo pasen bien”, comenté a Clara. Esa era mi principal fijación. Siempre recuerdo aquello de “olvidarán los contenidos, pero no cómo les hiciste sentir”.
Arranqué con la presentación, expliqué la trama, los motivos que me habían llevado a escribir esta saga y llegamos a la fase de preguntas y respuestas. Ahí estuve una hora prácticamente charlando con los estudiantes (más de doscientos…) sobre mil y un temas relacionados con la tecnología, los libros…
Me hicieron preguntas como estas:
—¿Has ganado mucho dinero con iMagicBox? (En serio, Broncano, para ya…).
—¿Qué lenguaje recomiendas para programar videojuegos?
—¿Qué te parece Unity para programar un videojuego con plano cenital en 2D? (Los había muy avanzados).
—¿Qué pueden ver de nuestros mensajes?
—¿Cómo podría crear una red social como Facebook?
—Si mi móvil va lento, ¿puede ser que alguien lo haya hackeado?
—¿Qué diferencia a un hacker de un cracker?
Y así, muchas más…
Llegó un momento en el que aquello parecía un interesante consultorio tecnológico. Me sorprendió gratamente el grado de conocimiento que tenían, aunque, tal y como había previsto, la mayoría de los chicos desconocen qué cosas comparten con otras empresas (o hackers) y cuáles no.
Fue una lástima no poder hacer muchas fotos porque mi audiencia estaba compuesto al 100% por menores… o no, porque así aquello quedó entre nosotros. Muchas veces no hay por qué compartirlo todo.
Por todo esto, he de decir que esta charla ha sido una de las mejores y más entretenidas de toda mi vida. Cientos de horas en las aulas y descubro ahora que mi público ideal es más joven. Así es la vida.
Por cierto, pronto será la presentación oficial de El Despertar de los Hackers en El Cubo (Open Future) en Sevilla. Os mantendré informados.
Javier: Me encanta que siempre estés dispuesto a relacionarte con los “pequeños aprendices de informática”.
¡Sigue así !
Antonio.
Muchas gracias, Antonio. La verdad es que cada día me gusta más trabajar con estos pequeños (grandes) aprendices. Deseo seguir haciéndolo mucho tiempo 🙂